Componedora de huesos, desarrolla su oficio en la Villa Santiago Bueras, sector San Luis, comuna de Peñalolén, más conocida como la señora Pascuala, nace en el año 1925 en la Provincia de Tirúa (Interior), entre la provincia de Nueva Imperial y Cholchol, madre de nueve hijos.
Después de muchos trabajos agrícolas en la zona: (cultivos, arado, animales, leña, construcción, etc.), a la edad de diez años comienza este oficio muy especial que desarrollaba su tío Moraga Leufumán que componía huesos de animales y también de seres humanos, solamente mirando como trabajaba su tío este oficio celoso, por decir lo mínimo, empieza a desarrollarlo con sus propios hijos que jugaban al futbol, también con sus amistades más cercanas y luego gran parte del pueblo conocían ya las manos de la compositora de huesos.
También desarrolla el don de yerbatera, la cual le trajo malos dividendos porque quedaba muy débil cuando curaba a alguien en la zona, una doctora le quita este don que le estaba haciendo muy mal para su vida, desde este momento empieza con más fuerza a desarrollar el oficio que le heredo de alguna manera su tío Moraga Leufumán.
Luego a la edad de 15 años se traslada a Santiago en el año 1940, aquí se casa con don René Hernández y juntos empiezan a trabajar una chacra con mucho esfuerzo para luego poder instalarse con una verdulería bien trabajada con su marido y así poder criar a sus hijos, a la muerte de su primer hijo, este negocio le sirvió de refugio para apaciguar el dolor que produjo esta perdida.
Don René por su parte tenía un hobby, que era el futbol, se hace parte de un equipo muy conocido en el barrio, que era Club-Deportivo Villa El Cobre, a la muerte de un jugador de este Club, que se llamaba Ramón Sazo, el club pasa a llamarse Club-Deportivo Ramón Sazo y aquí empieza el trabajo fuerte de la señora Pascuala, componiendo huesos, fracturas de pie, de manos, columnas y todo con respecto a componer huesos.
Después de muchos trabajos agrícolas en la zona: (cultivos, arado, animales, leña, construcción, etc.), a la edad de diez años comienza este oficio muy especial que desarrollaba su tío Moraga Leufumán que componía huesos de animales y también de seres humanos, solamente mirando como trabajaba su tío este oficio celoso, por decir lo mínimo, empieza a desarrollarlo con sus propios hijos que jugaban al futbol, también con sus amistades más cercanas y luego gran parte del pueblo conocían ya las manos de la compositora de huesos.
También desarrolla el don de yerbatera, la cual le trajo malos dividendos porque quedaba muy débil cuando curaba a alguien en la zona, una doctora le quita este don que le estaba haciendo muy mal para su vida, desde este momento empieza con más fuerza a desarrollar el oficio que le heredo de alguna manera su tío Moraga Leufumán.
Luego a la edad de 15 años se traslada a Santiago en el año 1940, aquí se casa con don René Hernández y juntos empiezan a trabajar una chacra con mucho esfuerzo para luego poder instalarse con una verdulería bien trabajada con su marido y así poder criar a sus hijos, a la muerte de su primer hijo, este negocio le sirvió de refugio para apaciguar el dolor que produjo esta perdida.
Don René por su parte tenía un hobby, que era el futbol, se hace parte de un equipo muy conocido en el barrio, que era Club-Deportivo Villa El Cobre, a la muerte de un jugador de este Club, que se llamaba Ramón Sazo, el club pasa a llamarse Club-Deportivo Ramón Sazo y aquí empieza el trabajo fuerte de la señora Pascuala, componiendo huesos, fracturas de pie, de manos, columnas y todo con respecto a componer huesos.
